lunes, 31 de mayo de 2010

NEW BLOG! =)

Como veen, un nuevo blog =) me apetecía crear una historia propia, sin ataduras de personajes ya creados, totalmente mia (que bien me siento al decir esto) os dejo el link =) pasense http://lahistoriadeamordejess.blogspot.com/

Espero les guste! CHAOO X L

sábado, 29 de mayo de 2010

Paron


Como ya dice el título de esta entrada, la nove estara parada durante algún tiempo. Ultimamente no tengo mucho tiempo para escribir debido a los estudios y al comienzo....DE UN NUEVO BLOG!! Aunque no será de crepúsculo, sino una nove propia, todos los personajes son mios =) Prometo no tardar mucho en publicar XOO, os dejo con la foto de mi proximo blog

martes, 25 de mayo de 2010

Capítulo 13

-¿Qué te pasa Edward?
-Nada- respondió secamente
-No soy tonta
-Eso ya lo sé
-Estás celoso- afirmé
-¿De quién? ¿De ese tío con el que tanto te gusta estar?- La furia estaba empezando a aparecer en su voz.
-Eres un exagerado. Deberías alegrarte de que me haya adaptado tan bien.
-¿Debería alegrarme de perderte?
-No me vas a perder y eso lo sabes muy bien
-Yo no estoy tan seguro. Llevamos aquí dos días y ya estas saliendo con otro.
-No he podido negarme.
-¡Sí que has podido!-Gritó, su respiración era agitada, aún siendo humana podía escucharla, su pecho subía y bajaba constantemente, asustada di unos pasos atrás, esto pareció calmarle y devolverle en sí, pero yo seguía asustada.- Lo siento, no quería reaccionar así- Hizo además de acercarse a mí pero
yo retrocedí un paso más.- Bella, yo…
-Edward, sabes que te quiero y que siempre te querré. Adam solo es un amigo y tú lo sabes mejor que nadie, si quieres no iré con él.
-¡No!, Bella, puedes hacer lo que te plazca y yo no soy quien para impedírtelo. Es solo que me da miedo perderte.- Se acercó hasta mí y acarició mi mejilla suavemente.
Todo el temor desapareció de nuevo, Edward parecía preocupado, muy preocupado, mientras me decía esas palabras podía ver la suplica dibujada en sus ojos. Me acerqué y le besé, él agarró mi cintura y me acercó más a él, subí mis manos y las enrede en su pelo, alguien carraspeó atrás nuestra, me giré lo más rápido posible. Adam estaba mirándonos con cara de asombro, abrió la boca con intenciones de hablar, luego la cerró y se dio la vuelta para después volver a mirarnos y hablar por fin
-Podemos dejarlo para otro día.
Miré a Edward de reojo, miraba al vacío, pero al notar mi mirada sobre él bajó la cabeza para mirare, sonrió, aunque la alegría no llegó a sus ojos. Ladeó la cabeza un poco y luego soltó mi cintura. Comenzó a andar hacia el aparcamiento hasta que al final despareció de nuestras vistas.
-¿Vamos?-pregunté
Andamos hasta su coche, me abrió la puerta del copiloto, miré un momento los coches de mi familia, Edward seguía un poco cabizbajo, Emmet y Jasper hablaban entre ellos, Nessie y Rosalie estaban ya montadas en el coche y charlaban animadamente. Alice me estaba mirando fijamente, después dirigió su mirada a Edward y después de nuevo a mí con cara de disculpa, Eli me miró, le dijo algo a Alice, que le alegró la cara y luego me guiñó el ojo. Nos montamos en el coche, luego el motor arrancó.

lunes, 17 de mayo de 2010

Capítulo 12

Me desperté, Edward me hablaba suavemente, mientras me acariciaba.
-Tienes que vestirte o llegaremos tarde.
Me levanté de sopetón y me dirigí al armario, para mi sorpresa Alice estaba allí. Sujetaba un vestido beige con una cinta blanca por debajo del pecho y una rebeca, mientras miraba atentamente un par de botas y unos tacones. Cogí los tacones y el resto de la ropa y me cambie lo más rápido posible. Cuando terminé Alice me miró de la cabeza a los pies un par de veces.
-Es verdad, los tacones eran mejores.
Bajamos a la cocina, todos estaban allí excepto Carlisle, me senté al lado de Eli y esta me abrazo, yo le devolví el abrazo, cuando nos separamos todos nos miraban, menos Alice, seguramente ella ya lo había visto venir. Ahora miraba a Eli de otra manera, me sentía más cerca de ella, ya era como una hermana para mí. Cogí una tostada y me la metí en la boca y la mastiqué despacio.
-Tenemos que irnos.- dijo Rose mientras cogía las llaves de su BMW del cajón.
Edward se levantó y fue hasta el mismo cajón en busca de las llaves de su Volvo, escuchaba como revolvía el resto, después de medio minuto se giró hacia su hermana.
-Rosalie, ¿tú no sabrás, por casualidad, dónde están mis llaves?
-No, ¿por qué me preguntas?-se la veía incómoda.
-Rosalie, ¿no habrás estado experimentando con MI coche?
-Eh…, bueno…puede ser…
-¿Qué le has hecho?
-Solo estoy aumentando la potencia del motor-replicó Rosalie-Nada importante
-¿Para cuándo estará listo?-preguntó Edward un poco más calmado
-Una semana más o menos. Tendremos que ir en el Jeep de Emmet.
-Que pelea más absurda- me dije a mí misma
Llegamos al colegio por segundo día, la gente seguía mirándonos al salir del coche. Ahora que ya sabía dónde se encontraba mi clase andaba con paso decidido, al entrar en el edificio nos habíamos dispersado hacia nuestras respectivas clases. Llegué una de las primeras a mi clase, un par de alumnos charlaban distraídamente, otro leía un libro, Adam estaba sentado en su sitio, llevaba uno de los auriculares de lo que debía ser un Ipod o algo parecido mientras miraba al vacío. Me acerqué con un sigilo vampírico y me senté a su lado, ni se inmutó.
-¡Buuu!
Pegó un bote en la silla, después me miró y se rió.
-Reconoce que estabas en las nubes.
-Lo reconozco- dijo con una sonrisa.-¿Qué tal te va?
-Bien, adaptándome.
-Esta tarde podríamos hacer algo. Podría enseñarte la ciudad.
-Eh… Bueno…
-Si no quieres no importa, en serio.
-¡No! Digo…Sí que quiero, pero –no se me ocurría ninguna excusa, realmente me apetecía hacer algún amigo.- ¿Cómo una cita?
-No, si tú no quieres, no.
-No. ¿A qué hora me recoges?
-¿Y por qué no te vienes directamente conmigo después de clase?
-Mmm, vale.
La clase empezó y se me pasó rapidísima, la siguiente clase era con Alice, lengua y literatura, y seguramente habría visto algo acerca de mi futuro porque al entrar en la clase ella estaba en la última fila, mirando fijamente la puerta, en cuanto entré no me quito la vista de encima. Llegué hasta el pupitre y me senté.
-¿Desde cuándo eres tan abierta?
-La verdad, no tengo ni la menor idea. Me lo ha preguntado y no se me ha ocurrido ninguna excusa.
-¿Y por qué ibas a necesitar excusa?
-Pues… Vosotros no os mezclabais, dijisteis era por seguridad, así que pensé que yo no debía hacerlo.
-Bella, estas muy equivocada. Es genial que te relaciones con los humanos, además lo haces con mucha naturalidad, incluso mejor que cuando eras humana. ¿Qué te vas a poner?
-Esto mismo, me voy en cuanto terminen las clases
-Bueno, si no hay más remedio, pero deja que te arregle un poco antes.
-Alice, ni que fuese con Edward.
-Con él da igual, ya te ha visto mal vestida.
Solté un suspiro impaciente, cuando Alice se ponía cabezota nadie podía pararla.
-Bueno, vale.
Las clases se me pasaron volando hasta que llegó la hora de la salida. Alice me arrastró hasta el cuarto de baño y me maquilló desde cero ante mi desesperación. Cuando salimos vi a Adam apoyado en su coche, un Toyota rojo oscuro. Se había quitado la sudadera que llevaba por la mañana dejando al descubierto unos brazos musculosos, los auriculares seguían en su lugar mientras el miraba fijamente la puerta. Cuando me reconoció me dedicó una sonrisa y con una gesto de su mano me indicó que me acercara. Justo cuando estaba a punto de empezar a andar vi a Edward pasar a mi lado, me miró de reojo y yo le devolví la mirada fijamente, reconocí el disgusto en sus ojos, seguramente no le había sentado muy bien que fuese a pasar la tarde con otro. Le hice un gesto a Adam indicándole que esperase u momento, antes de que Edward desapareciese de mi vista corrí hasta su lado y lo agarré de la mano, él se giró para mirarme, lo arrastré hasta u lugar más apartado…

Capítulo 11

Llegamos a casa, no tenía nada mejor que hacer, así que me puse con las redacciones. Aburrido, ni siquiera pude estar ocupada toda la tarde. Cuando terminé no sabía qué hacer, Edward estaba viendo un partido de beisbol con Emmet y Jasper, Alice y Rose estaban hablando de ropa, Nessie, la verdad no sabía dónde estaba Ness, solo me quedaba Eli. Llamé a la puerta de su habitación, ella me contestó con un “adelante”. Pasé, ella estaba tirada en la cama, de espaldas a la puerta, mirando un álbum de fotos, se giró, su cara estaba bañada en lágrimas, intento disimularlas, pero yo ya las había visto, no la conocía demasiado, pero me dolía verla así. Cerré la puerta, me acerqué y me senté en su cama, ella me abrazó y yo hice lo mismo, miré las fotos, eran ella y un chico, no sabía quién podía ser, se separó de mí y me miró a los ojos, no pude contenerme y le pregunté
-¿Qué te pasa?
- Nada, solo recordaba.
-No deben de ser recuerdos demasiado alegres
-La verdad es que si que son buenos recuerdos, lloro porque pasaron.
-Me ha pasado alguna vez, ¿quién es él?
- Ian. Mi novio.
- ¿Y por qué no estás con él?- Comenzó a llorar de nuevo- No tienes por qué decírmelo.
-No pasa nada. Ian murió por defenderme.
-¿De qué?
- De los Vulturis, Bella, yo soy como tu hija, creo que te habrás dado cuenta- asentí- pero ¿sabes de quien soy hija?- negué con la cabeza- De Alec.
-¿Qué?- grité, ella me hizo un gesto para que bajase la voz, después repliqué pero un poco más bajo.- Espera, Ian te defendió de tu propio padre.- asintió
-Me querían matar.- me quedé con la boca abierta-Sí, suena raro, yo veo como mira Edward a Nessie y sueño con qué vuelva, y que seamos una familia, pero de momento ya tengo una, ahora Carlisle es como un padre para mí.
- Yo, la verdad no sé qué decir, no me lo esperaba.
- Ya, no se piensa eso de un Vulturi.
- ¿Ellos saben que tu eres así? Es decir, cuando yo estaba embarazada nadie sabía lo que había ocurrido, pero si te conocían debían saberlo.
- Alec me dejó cuando solo tenía un par de días, yo no sabía lo que era, entonces no quería que me mataran, no es tan malo como parece, él me quiere, me ha llamado un par de veces, pero le da miedo lo que me puedan hacer. Sabía que Carlisle era amigo de Aro, así que me dejó expresamente con los Cullen, pero cuando tuve la suficiente capacidad para cuidarme me fui, me encontré con Ian, y me enamoré. Pasó el tiempo y ellos me encontraron, no sabían nada de mí, pero me secuestraron, por decirlo de alguna forma, Alec se preocupaba de que a mí no me faltase de nada, intentó dejarlos, pero no pudo. Un día Ian vino a mi habitación y me dijo que corriésemos, teníamos una salida, ellos habían ido a cazar, corrí como nunca, pero cuando ya estaba a salvo me di cuenta de que estaba sola, entonces volví, y he descubierto lo que soy.
Esa noche soñé con Alec, estaba con Eli en un campo, ella era una niña él la cogía y la lanzaba al aire, los dos reían y se divertían. Después apareció una mujer, él la besó y después ella cogió a la niña, y la besó en la frente. Eran una familia.



¿Qué les pareció el cap? Corto pero intenso ¿no? Esta idea se me vino a la cabeza de repente(en clase, así que le hice más caso a escrbirla que a la profesora xd)

Capítulo 10

Entramos juntos, en una mesa bastante apartada estaba Alice. Alguien me cogió del hombro, me giré, era Nicole.
-¿Te sientas con nosotras?
Mire a la mesa, Alice había escuchado lo qua había dicho Nicole y me miraba esperando mi respuesta, asintió y me decía con la cabeza que fuera.
-Claro.- fuimos las dos juntas hasta la mesa en la que estaban las demás.- Hola
-Hola, Bella.- dijeron las dos al unísono.
Me senté, volvían a leer la revista.
-Kevin se ha casado, no me lo puedo creer.- dijo Mary de repente.
-Lo llevaban diciendo ya bastante tiempo, a mí no me extraña.
-Bueno, mientras que Nick sea mío, no pasa nada.- dijo Nicole
- ¿Quién?- pregunté
- ¿No sabes quienes son los Jonas Brothers?
Negué con la cabeza, ¿y ahora que hacía? Miré a mi alrededor en busca de alguna solución, en el último lugar de la cola para comprar comida estaba Ness.
-Un segundo, tengo que hablar un momento con mi hermana.
-Vale, intenta recordar algo de los Jonas, es que no entiendo como no los conoces.
Fui hasta donde estaba Ness, parecía alterada por algo, la cogí por el hombro y se giró bruscamente.
-Tranquila, solo soy yo. ¿Qué te pasa?
-Es que estaba hablando con un chico y cuando él se ha ido se me ha acercado una chica y me ha dicho que no me acerque a él y que no me crea la mejor, me ha dicho que este es su instituto y como el profesor estaba en la clase me ha dicho que iba a hablar conmigo en la cafetería.
-Tranquilízate, cariño. Si esa chica se mete contigo pasa de ella, que diga lo que quiera pero no se la devuelvas, eso sería ponerse a su nivel.
-Aquí está.- Se acercó hasta donde estábamos y me miró de los pies a la cabeza- ¿Qué quieres?
-Solo decirte que no te acerques a mi novio, yo soy la chica más popular del instituto y tú no me vas a quitar ese puesto, no eres tan perfecta como te crees, puedes tener el pelo bonito, pero estoy convencida de que son extensiones.
- No,- empezó Nessie- no son extensiones, y aunque lo fueran, por lo menos a mí no se me notan. Ese rubio está empezando a parecer castaño claro.
- Lo que tú digas,- dijo malhumorada-oye, sobre lo que te he dicho antes, puedes quedarte con Liam, yo prefiero a tu hermanito.- Me giré, Edward estaba entrando por la puerta, nos vio, empezó a caminar hacia donde nosotras estábamos. Una vez estuvo a nuestro lado la chica siguió hablando.- ¿No lo ves Renesmee? Él ni siquiera me conoce y solo verme no ha podido resistir la tentación de venir a hablar conmigo.
- Eso ni en tus sueños.- Le contestó Edward enfadado, ¿qué le pasaba? Él no solía ser así- Nessie, no pierdas el tiempo.
La cogió por el brazo y empezó a caminar, yo los seguí, ya estaba muy cerca de la mesa donde estaban las chicas, solo que ahora había tres chicos más, entre ellos Adam, seguí andando, no sin antes mirarlas, ellas miraban algo a mi espalda, cuando estábamos a punto de terminar de pasarla Katia me cogió por la camiseta y me susurró
-Está bastante enfadada, ningún otro chico la había dejado tirada.
-Se lo merece- dijo Mary
- Yo nunca me he interesado por ella- murmuro Adam
Edward se giró para mirarme, seguía enfadado, pero no tanto.
-Tengo que irme, después hablamos.
Llegué hasta la mesa y me senté entre Edward y Eli.
-¿Qué te pasa?- no pude contenerme.
-Nada.- me contestó sin ni siquiera mirarme
-Edward, no me engañas.
- A lo mejor eres tú la que te equivocas- dijo bruscamente
-Me voy a una mesa en la que sea mejor recibida.- Y me levanté, él me agarro y me volvió a sentar.
-Lo siento, Bella. Es solo que esa chica no tenía muy buenos pensamientos, me ha enfadado y lo he pagado con vosotras.
-Tú no sueles ser así, no te enfadas tanto por nada, casi. Te conozco demasiado, da igual si no me lo quieres decir, pero por lo menos deberías ser sincero.
Sonó el timbre, justo esa clase la tenía con Edward, le mire lo mínimo posible, pero él no me quitaba el ojo de encima, no sabía qué hacer, a lo mejor había sido demasiado clara, a lo mejor él me decía la verdad y yo no lo había creído, no es que no confiase en él, pero esa excusa no me entraba en la cabeza, después tendría que preguntarle. El resto de las clases fueron aburridas, rematadas por una media docena de redacciones.

Capítulo 9

Rosalie estaba al volante de su descapotable, a su lado estaba Eli, y detrás Alice, Ness y yo.
Eli parecía aburrida, Alice no paraba de hablar acerca de la ropa que llevábamos todas, había intentado que fuésemos a juego pero nadie se dejó, y Ness estaba ausente mientras miraba a la nada. Yo sin embargo pensaba en mil cosas a la vez, estaba atenta a cada uno de mis movimientos, todos volvíamos a ser humanos y eso podría convertirse en un problema, también pensaba en las personas que habría allí, podrían vernos como personas raras, guapas, ricas, demasiado pálidas o cosas por el estilo. También me preocupaba el hecho de que en mi primera clase estaba sola, pero lo peor sería presentarse, el convertirme en vampiro no había cambiado esa parte de mí, me asustaba la sola idea de que al salir de ese descapotable alguien me mirara. Rose aparcó al lado del volvo, los chicos ya habían llegado y nos esperaban. Nos dirigimos a la secretaría, donde nos dieron los números y las combinaciones de nuestras taquillas y un papel en donde debían firmar todos los profesores con los que tuviésemos clase. Caminé hacia mi aula lentamente, Lengua y Literatura, por lo menos era una asignatura fácil para mí. Entré en la clase y me dirigí a la mesa del profesor, le di mi nombre y el papel, él me firmó y me dijo que me sentase al lado de un chico, en la segunda fila.
-Hola, soy Adam.
-Bella.
El profesor empezó a dar la clase y todo se quedó en silencio, después mandó un ejercicio bastante fácil para que lo hiciésemos en clase, en medio minuto yo ya lo había terminado, sin embargo a Adam parecía que le costaba bastante, solo quedaban 5 minutos de clase y debía terminarlo antes de que esta terminase. Le señalé con el dedo el párrafo que debía copiar, él lo examino un rato y cuando comprobó que era correcto lo copio. Sonó el timbre y todos empezaron a recoger, yo salí una de las primeras y caminé hacia mi siguiente clase con paso firme, de repente alguien me agarró por el hombro, era Adam.
-Gracias por lo de antes, estaba bastante desesperado.
-De nada, por cierto, ¿dónde está la clase de matemáticas?
- A mí también me toca, si te parece vamos juntos.
-Sí, claro.
Cuando entramos el profesor le estaba preguntando algo a Ness y ella no sabía que contestarle. Me acerqué hasta ellos, intentando salvarla.
-Hola, soy Bella.
-¿Tienes el papel?- dijo malhumorado.
-Sí.- Se lo entregué y lo firmó.
-Sentaos las dos ya.
Cogí del brazo a Ness y la arrastré hasta un mesa libre. Nos sentamos las dos, ella parecía algo asustada.
-¿Qué ha pasado?
-Cuando he llegado era igual de antipático, yo no he hecho nada.
-Siempre es así.-dijo alguien detrás de nosotras, Adam.
- ¿Qué tal tu primera clase?
-Bastante bien, era música, además estaba con Edward. He salido a tocar el piano y la verdad me ha salido bastante bien. ¿Y a ti, cómo te ha ido?
-Bien, nada nuevo.
El resto de la clase fue bastante aburrida, y además nos mandó miles de problemas. La siguiente clase era gimnasia, y tenía ganas, aunque ya no éramos vampiros seguíamos teniendo bastante agilidad y sería mi primera clase en la que haría algo bien.
Entré en los vestuarios de chicas, todas me miraban y había de todos los tipos, desde discretas hasta las más descaradas. En una esquina había tres chicas bastantes interesadas en una revista, me acerqué.
-Hola, soy Bella.
-Hola.- dijo la que sujetaba la revista.-Yo soy Katia y estas son Nicole y Mary. Deberías cambiarte, la clase va a empezar en breve.
Les hice caso y me puse lo que Alice me había preparado, era un chándal gris con el logotipo de puma en negro brillante con los tenis a juego. Entramos las cuatro juntas, en una esquina estaban Jazz y Emmet hablando, el primero me vio y dijo por gestos que me acercara, me giré para ver a mis nuevas amigas, los miraban bastante confusas.
-Son mis hermanos.- es dije antes de acercarme hasta ellos.
-¿Nos tienen miedo?- se burló Emmet.
-Yo también os lo tendría si no os conociera.
-¿Cómos te han ido las clases?- preguntó Jasper
-Normal, sin nada nuevo. ¿Y a vosotros?
-Igual que a ti.
-No, ya en serio, dile que se acerquen, que nosotros no mordemos.
- No agobies a las pobres.- dijo Jasper en su defensa.
-Solo quiero conocer a las amigas de Bells, es la nueva, por decirlo de alguna manera, y ya ha conocido a alguien, mientras que nosotros llevamos años sin relacionarnos, somos unos aburridos.
-Bueno, vale.- Me acerqué hasta donde ellas estaban.- Chicas, venid, mis hermanos quieren conoceros.
-¿Están solteros?- preguntó Mary
Los miré de reojo, se reían a la vez que murmuraban algo, después las volví a mirar a ellas y negué con la cabeza.
-Que pena, bueno, ¿vamos?
-Por mí, vale.- dijo Katia
-Hola chicas. Soy Jasper y este pesado de aquí es Emmet.
-¿Pesado yo? ¿Tú crees?
-Sí, y estoy completamente seguro de que Bella piensa igual que yo.
-Ehh, yo mejor me callo, me arriesgo a que a Emmet se le ocurra cualquier broma pesada. Lo siento, Jazz. Estas son Katia, Nicole y Mary.
- No te preocupes .Encantado ¿Desde cuándo esta Eli en esta clase?
Me giré a mirar, Eli corría hacía nosotros con cara de cansancio, cuando estuvo lo bastante cerca derrapó para parar al lado de Emmet.
-Hola, ¿ha empezado la clase?¿ Llego tarde?
-No, llegas puntual.- dijo Mary. Y entonces sonó el timbre que anunciaba el principio de la clase.
-Hola chicos. – empezó el profesor, parecía simpático- Tres vueltas a la pista, menos los nuevos, ellos que vengan.-Los cuatro andamos hasta donde él estaba.- Nombres.
- Emmet.
-Elisabeth
-Jasper
-Bella
-Perfecto, ¿sabéis jugar a algo?
-Se nos dan bien los deportes,- empezó Jasper- pero estamos más acostumbrados a el beisbol.
- Vale, hoy os voy a poner a prueba para ver en qué equipo os meto, primero haced esas tres vueltas.
Empezamos a correr, tenía que controlar mi velocidad ya que aunque no era un vampiro tampoco era una humana, en un minuto y medio ya lo habíamos hecho. El resto de la clase estaba jugando un partido de baloncesto, chicos contra chicas, por lo visto ellos iban ganando.
-¿Cansados?
-No.- dijimos los cuatro al unísono.
-Bien, a ver qué tal con el baloncesto.- después se dirigió a los demás- Sara, Ashley, Tomas, Lucas, todos al banquillo.
Yo no hice demasiado, Emmet no me dejaba tranquila y al ser como dos veces yo era bastante difícil marcar, sin embargo a Eli parecía dársele bastante bien, un chico al que le había quitado el balón se había empeñado en cubrirla, pero ella se escabullía bien. Entonces sonó el timbre.

domingo, 16 de mayo de 2010

Capítulo 8

Le había contado todo lo que había pasado a Edward, sabía que Ness me iba a matar, pero pensé que él tenía que saberlo. No hizo ningún comentario al respecto. Habíamos ido a cazar, Eli me había devuelto mi estado normal y tenía que cazar algo, tenía los ojos negros como el carbón. Entramos en la cabaña, esta estaba ahora llena de cajas con libros, fotos, ropa y demás cosas, fuimos hasta el cuarto de Ness, esperaba que ya lo hubiese terminado todo, pero cuando entramos ella estaba tirado en su cama con un montón de cosas a su alrededor, aunque predominaba la ropa. Me dio pena, estaba agotada y sin embargo había intentado hacerlo todo, pero al final el sueño había vencido. Entre los dos quitamos todo lo que había encima de su cama y la tapamos con la colcha, después empezamos a guardarlo todo, cogimos un par de maletas y de cajas más, intentando hacer el menor ruido posible. Cuando terminamos nos fuimos a nuestro cuarto.
-Bella, ya te lo he dicho antes y no quiero ser pesado, pero ¿de verdad merece la pena hacerle eso a Nessie? Solo con lo que me has dicho antes, ella y Jacob se han peleado y a ti te está costando mucho separarte de tu padre y – le interrumpí con un beso.
-Edward, no estás siendo pesado, estás siendo muy pesado. Así que para, por favor. Esta es otra parte de vuestra, bueno ahora también es mía, nuestra vida, yo elegí esto con todas sus partes, la buenas, como estar contigo, y las malas, como perder a los que quiero. Aunque yo siguiese siendo humana tendría que irme en algún momento, no iba a pasarme toda la vida al lado de mi padre, no soy una niña, sé muy bien lo que quiero.
- ¿Qué va a pasar con ella? Tú quieres, y tú puedes. Pero, a lo mejor, ella no. Ness quiere quedarse, y le da igual quedarse con nosotros o sin nosotros, lo único que le importa es Jacob.
-Estas insinuando que ella es mayor para quedarse aquí sola.
-Sí
-No era una pregunta, pero, es que por una parte puede que tengas razón, pero por otra no, y el ejemplo de hoy es el mejor, ¿y si Jake le vuelve a hacer daño? No va a tener a nadie para consolarla, nadie que la cuide, ni que la proteja. Si dentro de un tiempo ella cree que de verdad puede hacerlo estoy segura de que nos lo dirá, y entonces puede que sí. Tú, a lo mejor, crees que ella está capacitada, pero a mí me da miedo. No quiero hablar de esto, por favor.
El resto de la noche la pasamos hablando de cosas sin importancia, recogiendo y empaquetando cosas, abrazados o besándonos. También me dio por elegir bien la ropa en un par de horas que Edward se fue a la otra casa a recoger algo. Por la mañana fuimos a despertar a Nessie.
-Despierta, cariño.- le dijo Edward suavemente mientras yo los miraba desde la puerta.
-Vamos, Ness, tenemos que irnos.- Ella seguía dormida, si no fuera porque escuchaba su respiración creería que está muerta.
-Jacob te está esperando en el salón, se quiere despedir de ti.- Intenté yo, pero nada. Era tonta, si Jacob hubiera venido no estaría en el salón.
-¡Hola! ¿Hay alguien?- preguntó Emmet desde el salón.
- ¿Dónde están?- Preguntó Alice.
-Estamos en el cuarto de Ness.
- Vamos para allá, tapaos si no estáis presentables.
-Muy gracioso.
-¿Qué pasa? Nos vamos en cinco minutos.- Dijo Jasper una vez dentro de la habitación
-Ness no se despierta.- Aclaró Edward.
-Déjame probar a mí.- Emmet se acercó hasta la cama de Ness y le susurró- Está hay Jacob.
-Ya lo he probado y no funciona.
-Te voy a hacer cosquillas, Ness.- Le advirtió
Ella abrió los ojos de par en par, las cosquillas de Emmet eran mortales, se levantó corriendo, cogió ropa al azar y se fue al cuarto de baño. Cuando salió Alice la miró por todos lados.
-Cámbiate de ropa ahora mismo.
-Estoy bien, no importa.
-Quítate eso.- repitió Alice.
-No hace falta, vamos a estar en un avión.
-Renesmee Cullen.- Empezó.- Dame esa ropa y déjame ver tu armario.
-Toda mi ropa esta en las maletas.
-Abre una maleta o no te vuelvo a hablar. Y yo no me quiero enfadar contigo.- Yo me reí por lo bajo.- Esto no tiene ninguna gracia, no voy a permitir que Renesmee herede eso de ti, aunque hoy estas muy guapa, me gusta ese vestido. Nunca pensé que fueras a cambiar después de tanto tiempo.
-No te hagas ilusiones, es que no tenía mucho que hacer por la noche y quería darte una alegría. Eso es todo, Alice.
-Te quiero, Bella. Pero ahora dile a tu hija que habrá una maleta y que me deje elegir ropa adecuada para ella como si le fuese la vida en ello. O que la elija ella, me da igual, pero que elija bien.-Dijo de muy mal humor Alice. Estaba a punto de echar humo por las orejas.
-Nos tenemos que ir ya. Déjasela pasar aunque sea una vez.- Dijo Jasper.
El viaje se me hizo muy corto, durante todo el vuelo tuve la mente en blanco, de vez en cuando le contestaba a Ness lo que me preguntaba, pero no más. La casa era realmente maravillosa, estaba en el bosque, para no variar. Entramos lentamente en la casa, estaba totalmente amueblada, las únicas sorprendidas por esto éramos Ness y yo. Los muebles eran muy clásicos, pero no se veían antiguos, aunque tampoco modernos, simplemente es que entrabas en la casa y parecía que te habías trasladado a otra época. Todos fueron subiendo las escaleras, ellos ya sabían cuáles eran sus dormitorios, Edward me había dicho que ya habían vivido en esta casa hace algún tiempo. Nosotros nos quedamos allí, Ness y yo estábamos maravilladas.
-¿Subimos?
-Sí, vamos.
Primero entramos en la que iba a ser la habitación de Edward y mía. Era muy luminosa, las paredes eran blancas al igual que el techo y el suelo. En el centro había una cama de madera, con sábanas de color beige, toda la cama estaba cubierta por un dosel ahora recogido, con dos mesillas de noche con dos fotos, una de Edward y yo y otra en la que estábamos los dos con Nessie. En una esquina había un piano, aunque no era de cola, y justo en la otra una librería repleta de clásicos, entre ellos cumbres borrascosas, con dos butacas del mismo color de las sábanas. También había dos puertas que no sabía a dónde conducían. Alice, que acaba de aparecer, noto que las miraba y se acercó lentamente hasta ellas.
-Esta- empezó señalando la de la derecha.- es un cuarto de baño, y la otra da a vuestro armario. ¿Te gusta la habitación Bella? Edward ya la había visto pero no sabía que te iba a parecer a ti.
-Me encanta, Alice. Es perfecta.
-Genial, ahora toca la de Ness. Vamos.
La seguimos a la habitación de enfrente, Ness abrió lentamente la puerta, y se quedó con la boca abierta, me acerqué para ver su dormitorio. Era completamente rosa, las paredes fucsia, mientras que el suelo y el techo eran de un color más claro. La cama era rosa fuerte pero más claro que el fucsia con rayas negras, tenía una estantería blanca que ocupaba media pared en la que había un equipo de música, y la balda de arriba estaba repleta de CDs. También tenía un escritorio blanco con todos los utensilios necesarios para dibujar. También tenía dos puertas, una estaba abierta y se veía que era un vestidor, la otra estaba cerraba
-Me encanta.- dijo mietras la abrazaba con fuerza
-Me alegro. Por cierto, vas a compartir el baño con Eli
-Tenemos que bajar, Carlisle quiere hablar el tema del instituto.
Bajamos todos juntos. Ness todavía estaba encantada con la habitación y no se separaba de Alice.
-¿Cómo queréis los apellidos?
-Ness se parece demasiado a mí, tiene que ser mi hermana.- dijo Edward
-Tienes razón.
-A ver si os gusta esto,- empezó Alice- Bella y Alice Swan, Edward, Renesmee y Emmet Cullen, Rosalie, Jasper y Elisabeth Hale.
-A mí me gusta.- dije
-Sí, está bien.
-Bueno, voy a hacer la matrícula

miércoles, 5 de mayo de 2010

Capítulo 7 Narrado por Nessie

No podía creérmelo, iba de camino a La Push para despedirme de Jacob, mi Jacob. Si teníamos que irnos, nos iríamos, pero me costaba la propia vida separarme de él, ¿cómo iba a sobrevivir? Tendría que ingeniármelas para buscar algo que me cerrase ese agujero que se estaba formando en el pecho, mamá me había contado lo que ella sintió cuando papá se fue, y ese agujero que ella sentía hace unos años ahora lo sentía yo. Precisamente por lo que sintió mamá me había enfadado con ella, pensaba que sería la que mejor me comprendería, la que no me pondría limites para ver a mi Jacob, pero no, ella era la que más restricciones me había puesto y como no papá también se había puesto de su parte. Aceleré, cuanto antes llegara más tiempo podría pasar con Jake y así calmar mi dolor. Sonó mi móvil, ¿quién podría ser ahora? No tenía intención de malgastar el tiempo hablando por teléfono. Era mamá, parecía completamente que lo hacía para que no estuviese con Jake, ¿es qué me odiaba?
-Hola.- dije sin muchas ganas.
-Hola, cariño. Lo siento, no he sido demasiado justa contigo, puedes estar el tiempo que quieras con Jacob pero necesito que empaquetes tus cosas, si crees que te da tiempo viniendo después de la cena, puedes venir un poco más tarde, pero no te pases, quiero que descanses.
-Gracias, mamá. Si no te importa cenaré aquí con los chicos y justo después de cenar estaré en casa para recoger todo y dormir lo suficiente. Te quiero.
-Yo también te quiero mucho. Adiós.
-Adiós.
¡Bien, bien, bien! Podía pasar allí todo el día, ya no estaba enfadada con mamá y con papá, los quería más que nada, bueno, ellos y Jacob estaban empatados, pero sabía que ellos siempre iban a estar ahí conmigo, en lo bueno y en lo malo. Cuando llegué a La Push fui directamente a la playa, seguro que lo encontraba por ahí. Jacob estaba sentado en un tronco, según me había contado erra en el que siempre se sentaban él y mi madre. Me acerqué sin hacer ruido, y le tape los ojos, acerqué mis labios hasta su oreja y le pregunté
-¿Quién soy?
- Hola, cariño. No te esperaba.
-Me apetecía verte
-Bella es demasiado permisiva. Te pasas más tiempo conmigo que con ellos
-Si no soy bien recibida me voy.- dije apartándome y quitándole las manos de los ojos.
-¡No!- dijo agarrándome por la cintura. Me miró a los ojos y yo le bese, él me devolvió el beso de buena gana, pero yo estaba demasiado centrada en mi misión, decirle adiós sin hacerle daño. Me separé de él y respiré hondo, yo le había dicho a mi familia que Jacob y los chicos sabían que nos íbamos, pero la verdad era que no había tenido el valor suficiente para hacerlo, y ahora tampoco lo tenía, pero tenía que hacerlo, le dolería, sí, pero era mejor que no decirle nada, o por lo menos eso esperaba yo.
-Jake, tengo una mala noticia.
- ¿Qué pasa?
-Nos mudamos- dije con decisión.
-¿Qué? ¿Por qué?
- No aparentamos la edad que deberíamos tener, tenemos que hacerlo.
- Yo me voy contigo.
-No, no puedes.
-¿No soy bien recibido en tu casa?
-No es eso Jake, tienes que cuidar de tu padre y estar con la manada.
-No me importa la manada.
- ¿Y tu padre tampoco te importa?
-Por favor, Renesmee.
-¿Por qué estas enfadado?
-No estoy enfadado.
-Solo me llamas Renesmee cuando te enfadas.
- Vale, sí, estoy enfadado. Ahora seguro que cortas conmigo por teléfono porque conoces a un tío y te enamoras de él. Se te habrá pegado de Bella, ella siempre jugó a dos bandas.
Estaba llorando, yo estaba llorando. Yo intentando no herirle, y sin embargo yo a él no le importaba nada, absolutamente nada, esa imprimación no era tan fuerte como decían. No iba a cortar por teléfono, me había hecho daño y había insultado a mi familia, iba a cortar allí mismo.
-Adiós, Jacob. No me vuelvas a hablar en tu vida. ¿Entendido?
Y dicho esto me fui. Él se quedo allí plantado, mirando cómo me iba. Entré en el coche y cerré los seguros, no sabía si estaba en condiciones para conducir, las lagrimas me hacían prácticamente imposible el ver y la cabeza me daba vueltas, la mejor opción era llamar para que me pasasen a buscar, pero no sabía si iba a ser capaz de hablar, era incapaz de reprimir los sollozos y tampoco quería preocupar a nadie, pero sería peor si tenía un accidente por culpa de mi estado. Cogí el teléfono y lo miré fijamente ¿a quién llamaba? Si llamaba a papá se enfadaría con Jacob e intentaría hacerle daño, no me apetecía contarle la historia a ninguno de mis tíos, Esme y Carlisle lo estarían preparando cosas, solo me quedaba mamá, pero algo me decía que le dolería demasiado saber lo que me había pasado, y no quería que lo pasara mal, pero era mi única opción. Marqué el número como pude y esperé impaciente a que alguien contestara.
-¿Qué pasa Ness?
-Mamá, ¿puedes venir?- dije entre sollozo y sollozo.
-¿Te has hecho alguna herida, te duele algo?- preguntó muy preocupada
-No exactamente, pero ven.
-¿Dónde estás?- dijo algo más tranquila.
-En La Push.
-Enseguida estamos allí.
-¡No!- grité- Ven tú sola.
-Bueno, vale, tranquilízate un poco, cariño, voy para allá.
Colgó el teléfono. Lo sabía, la había preocupado demasiado. Me sentía mal por hacerle eso a mamá pero la necesitaba, ella era la única que me podría consolar y decirme que hacer, era la que conseguiría hacerme sentir mejor y la que podría entenderme a la perfección. Alguien llamó a la ventanilla del coche, ojala no fuera Jacob, había conseguido dejar de llorar y si lo volvía a ver mi mundo se volvería a derrumbar por completo y entonces las lágrimas no se lo pensarían dos veces antes de volver a salir al exterior. Levanté la cabeza poco a poco, y cuando la tuve levantada por completo la giré en la dirección correcta para ver la procedencia de esos sonidos que me habían despertado y extraído de mi mundo dónde todo era malo y triste. Era mamá, se había dado mucha prisa, o de lo contrario yo no era capaz ni de percibir el transcurso del tiempo. Abrí los seguros y la puerta del coche, mamá me abrazó y quitó un par de lágrimas de mi cara.
-¿Qué ha pasado?
-Jacob, él dijo que yo iba a conocer a alguien y que iba a romper con él por teléfono. También dijo que tú antes jugabas a dos bandas y que yo soy como tú. Yo me enfadé y corté con él, y desde entonces llevo aquí llorando. Y no sé por qué he cortado con él, yo le quiero.
-Jacob cuando se enfada no piensa en lo que dice. Él te quiere muchísimo y le cuesta separarse de ti, estoy segura de que ya se ha arrepentido, él te quiere a ti y tú le quieres a él, solo es una pelea, solo eso. Yo me peleaba también con Edward, y mira, estamos casados y con una hija preciosa. Antes de que nos vayamos lo habréis arreglado todo.
-Gracias, mamá. Tienes razón, después me llamará y estaremos igual que siempre.
-Déjame conducir a mí, no me apetece chocarme contra un árbol.- miró un rato al horizonte y después habló.- Creo que no vas a tener que esperar a que te llamé.
-¿Estoy demasiado mal?
-Estas tan guapísima como siempre.
Salé del coche sin demasiada decisión, él me miró y se fue acercando a mí poco a poco. Mamá había entrado en el coche y estaba hablando por teléfono seguramente con papá.
-Lo siento, Ness, no me esperaba que me fueses a decir eso, solo me sorprendió.
-No pasa nada, Jake, pero me voy a ir y no puedes hacer nada al respecto. Me gustaría pasar este día contigo, no me quiero ir con mal sabor de boca.
-Eso lo puedo arreglar yo.- dijo. Después me besó
Mamá carraspeó detrás de nosotros, los dos paramos al instante.
-Ness, ¿te quedas aquí?
-Sí, si te parece bien.
-Perfecto, adiós chicos.
-¡Espera, Bella!
-¿Qué?- dijo sin ni siquiera darse la vuelta
-Espero que tengas un buen viaje.- Y dicho esto la abrazó. Me sentí algo incómoda, Jacob y mamá habían sido amigos desde pequeños, estuvieron juntos cuando Jake se convirtió, estaban muy unidos y yo todavía no conseguía verlo, se me hacía muy raro que el mejor amigo de mi madre fuese mi novio.- Adiós, Bella.
-Adiós Jake.
Mamá se desvaneció entre los árboles en cuestión de segundos y nos quedamos Jake y yo solos.
El resto de la tarde se pasó volando, dimos un paseo, vimos a Billy y cenamos con los chicos. Después me fui a casa, no me acordaba de que tenía que recoger mis cosas, estaba muerta y lo único que me apetecía era dormir, pero mamá me había dejado con la condición de que empaquetara las cosas y tenía que cumplir mi parte del trato. Cuando llegué a la cabaña no había nadie, en mi cama había una nota de papá


Hemos salido a cazar volveremos pronto, un beso
Papá y mamá.



No me acordaba de que ya habían convertido a mamá, la siguiente era yo. Bueno, tenía que empezar a guardar todo pero ni siquiera sabía por dónde empezar, aunque la ropa parecía algo sencillo, entre en el armario de mamá, según recordaba mi maleta estaba allí guardada, y en efecto, estaba encima de una estantería, el problema sería el llegar hasta ahí arriba. Cogí una silla de la cocina y la llevé hasta allí, ya solo faltaba cogerla, pero no resultó tan fácil como yo esperaba, cuando estaba a punto de sacarla se me cayó encima, tirándome de la silla, eso me iba a hacer un moratón casi seguro. La llevé hasta mi cuarto y empecé a sacar ropa, pero esta no se acababa, seguramente iba a necesitar una o dos maletas más, como mínimo. Como no sabía dónde estaban las demás maletas, si es qué había más, empecé con otra cosa. Fui recogiendo todos los libros y demás cosas y las puse encima de la cama, busqué una caja y cuando la encontré la puse a mis pies, yo me senté en mi cama y empecé a guardar cosas, cuando metí más o menos unas diez cosas se me empezaron a cerrar los parpados, intenté con todas mis fuerzas que eso no sucediera, pero el sueño me ganó.

Capitulo 6

Sonó mi móvil, era Nessie, lo cogí al instante.
-Hola, cariño.
-Hola, mamá. ¿Dónde os habéis metido?
-Ya vamos para ya tranquila.
-Bueno, en verdad lo que quería decirte que voy a ir a La Push, volveré tarde, después de cenar.
-Ness, tienes que empaquetar tus cosas.
-Pero es que tengo que ver a Jake.
-Ness, pues ve a verlo pero no vuelvas tarde, te quiero aquí antes de cenar.
-Pero, mamá…
-Pero nada.
-Papá me dejaría.-Edward me quitó el teléfono.
-Hazle caso a tu madre, si no vuelves antes de cenar iremos a buscarte, y no es una broma, es una advertencia.- Le volví a quitar el teléfono
- Adiós cariño.
-Adiós, Bella.- dijo malhumorada.
Y colgó. Sabía cuánto quería ver a Jacob el mayor tiempo posible, si fuera posible se lo llevaría en una maleta con tal de no separarse de él, pero necesitaba que se hiciera a la idea, mañana nos íbamos y no había vuelta atrás.
-Voy a hacerte el desayuno, ve vistiéndote.
-No hace falta que hagas nada, no tengo hambre.
-Deberías comer algo, Bella.
-En serio, no tengo hambre.
Nos vestimos en silencio, hoy tampoco estaba de humor para ponerme a conjuntar ropa, así que me puse unos vaqueros con una camisa, y si Alice me decía que por qué no estrenaba la ropa tenía una excusa, la iba a estrenar en cuanto nos mudásemos para no tener que volver a renovar mi armario, no podría poner ninguna pega. Corrimos hasta la casa cogidos de la mano, agradecía el viento, me ayudaba a despejar la mente, a los pocos minutos me di cuenta de que había sido demasiado dura con Ness, si yo me fuera y Edward se quedara no podría soportarlo, yo pensaba que el amor que sentía por Edward era distinto a lo que ella sentía por Jacob, pero estaba equivocada, Ness quería tanto a Jake como yo a Edward, aunque a mí me costara asimilarlo, los dos se amaban de verdad. Frené en seco y saqué el móvil, lo mínimo que podía hacer era dejar a Ness despedirse de Jacob.
-¿Qué pasa?- dijo Edward preocupado.
-Voy a llamar a Ness, se puede quedar con Jacob.
- Ah, vale.



Siento q la entrada sea tan cortita, pero esq no he tenido mucho tiempo para escribir, bueno, espero que os guste, comentad y garcias!! Estoy vivaaaa XD

Capitulo 5

Llegamos hasta la cabaña, Ness se había quedado en la casa así que estábamos solos y no tendríamos que darle explicaciones por mis pintas. Me tiré en la cama, estaba muy cansada, había sido un día de muchas emociones y lo mínimo era una noche tranquila para recuperarse.
-Bella, ¿puedo preguntarte algo?
-Lo que quieras.- me había pillado desprevenida
-¿Es verdad que no soñaste nada?
-Pues claro que es verdad, ¿por qué iba a mentir?
-No debería haber dudado de ti, lo siento.
-No importa, ya sé que sonó algo raro pero era la verdad, no veía nada, aunque escuchaba un murmullo, pero no llegaba a distinguir que decía, ni de quién era la voz.
-Bueno, seguro que esta noche la pasas bien.
-Espero que sí.
Entonces me besó, fue un beso tierno pero también fue impaciente, fue largo y por lo tanto me estaba quedando sin aire, intente empujarle pero no pude, él se dio cuenta de lo que me pasaba y se separo rápido.
-Lo siento Bella, no me había dado cuenta, no me acordaba de que eras humana.
-Tranquilízate. Estoy perfectamente.
-¿De verdad?
-Sí. Tengo sueño, buenas noches, te quiero.
Le di un rápido beso y cerré los ojos, minutos más tarde ya estaba dormida. En mi sueño me cegaba una luz muy intensa, estaba atada a una especie de camilla por manos y pies y seguía oyendo un murmullo, aunque esta vez se oía más cerca, pero no lo suficiente como para saber lo que decía.
-Bella, Bella.
-¿Qué?- dije todavía dormida.
-Despierta, cariño.
Abrí los ojos sin demasiadas ganas, ¿por qué me despertaba si sabía lo cansada que estaba?
-¿Qué pasa, Edward?
-Lo siento, es que me he asustado.
-¿Por qué?
-Gritabas como una histérica, y decías cosas como “me duele” o “soltadme”, en serio, estaba preocupado.
-Lo siento, en cuanto veamos a Eli le decimos que me vuelva a convertir.
-No, espera. A lo mejor soñabas eso por algo eso, es decir, siempre que sueñas una cosa varias veces ha pasado algo. ¿Me entiendes?
-No demasiado.
- Descubriste que Jacob era un hombre lobo por un sueño, y lo de Nessie.
-Creo que ya veo por dónde vas, puede ser pero no quiero que te preocupes más, ya verás cómo no es nada. Así que esta tarde volveré a ser un vampiro.
-Vale, te quiero, Bella.
-Yo también te quiero, Edward. ¿Qué hora es?
-Las cuatro, deberías volver a dormir.
-No quiero volver a tener esa pesadilla.
- Bella, has soñado algo nuevo.
-Sí, estaba atada a una camilla y me cegaba una luz blanca, oía a alguien hablar pero no conseguía averiguar lo que decía.
-Ah.
No pude reprimir un bostezo, aunque lo negara estaba muerta de sueño, pero no quería volver a ver aquella imagen, no quería pensar en por qué había soñado eso, poco a poco se me fueron cerrando los parpados, abracé a Edward cuando ya no pude mantenerme despierta. Él comenzó a tararear mi nana, fue cuestión de segundos el volverme a sumergir en mis sueños.
Seguí con mi pesadilla, estaba atada como en las otras y me era imposible moverme, seguía oyendo ese murmullo, estaba desesperada, quería saber quién era para terminar de una vez por todas con esta pesadilla tan molesta. Oí unos pasos acercándose, tenía mariposas en el estomago a pesar de que estaba soñando, o por lo menos yo esperaba que solo fuera un mal sueño, ese murmullo se iba haciendo más fuerte, a los pocos segundos esa voz estaba a unos cuantos metros, era una voz de la de los nuestros, de eso estaba completamente segura. Cerré los ojos con fuerza, estaba a punto de ver a mi secuestrador, por llamarlo de alguna manera. ¿Y si era verdad lo que me había dicho Edward? ¿Y si eso me descifraba algo de mi futuro? Alguien me rozo la cara con las yemas de los dedos, un escalofría me recorrió la columna vertebral.
-¿Esto era preciso?- preguntó una voz, con un simple gesto podría saber quien hablaba, pero me daba miedo saberlo.
- Tiene un don muy especial, pues claro que era necesario.- dijo una voz de mujer
-Los Cullen no nos han hecho nada, imagínate como estará Edward ahora, ¿no te da pena?
-Ninguna, no sé por qué te gusta ese aquelarre, Aro.
-Es una familia muy especial, fascinante.-le contestó, y después se dirigió a mí.- Bella, querida, ¿nos vas a ayudar? Después te podrás marchar con Edward, con tu hija y con el resto de tu familia, cariño.
-No me llames cariño.- contesté apretando los dientes.
-No seas así, Bella, ¿nos vas a ayudar o no?
-Po supuesto que no, preferiría morir.
-¿Quieres qué te mate?- preguntó Jane.
-Sal fuera de aquí, querida, quiero hablar a solas con Bella.
-Claro, maestro.- Dijo de mal humor.
Y acto seguido me desperté, Edward estaba mirándome mientras me acariciaba el pelo, no parecía preocupado, es más, estaba sonriente.
-No has gritado- me dijo.
-Pero sigo teniendo el sueño.
-¿Una visita a Eli?
-No, no sé si es por lo que me dijiste pero he prestado mucha atención al sueño.- hice una pausa mientras él me miraba expectante- eran Aro y Jane, seguía atada pero esta vez los escuchaba a la perfección, Aro me pidió que les ayudase a hacer algo, y si lo hacía después podría volver.
-Los Vulturis no te van a hacer nada cariño, no se lo permitiré, tendrán que pasar por encima de mi cadáver.
-No digas eso ni en broma, prométeme que si me pasa algo tú no vas a hacer ninguna estupidez, aunque me muera, tú vas a vivir, por Renesmee.
- Te lo prometo.
Y después me besó, durante ese tiempo no sabía dónde estaba, ni quién era, solo sabía que amaba a Edward y que eso nunca cambiaría, pasase lo que pasase. En menos de un segundo sus labios estuvieron en mi oído, mientras que los míos estaban en su cuello.
-Te amo.
-Yo también, pero deberíamos ir a la casa a recoger a Ness.
-Tienes razón, pero eso no quiere decir que yo te vaya a dejar irte.
Se puso encima de mí, de manera que yo no tuviera que soportar ni un gramo de su peso y me abrazó, yo también le abrace y me acurruqué en su pecho, estuvimos así un buen rato, no sé exactamente cuánto, ninguno de los dos habló, simplemente estábamos allí tirados sin preocuparnos por otra cosa que no fuera el otro.

Capítulo 4

Fuimos en silencio durante el camino, yo solo pensaba en cómo iba a decírselo a mi padre, yo ya le había avisado de que esto iba a pasar algún día, y esperaba que mi padre no se lo tomase demasiado mal, le había cogido mucho cariño a Nessie.
-Bella, ya hemos llegado.
-¿Qué? Sí, vale.
Bajamos del coche, las luces estaban encendidas y escuchaba las cacerolas de la cocina, Sue debía de estar cocinando algo, Seth y Leah también debían de estar allí. Hacía aproximadamente un par de meses que Sue y sus hijos se habían mudado a la casa de mi padre, al principio se me había hecho un poco raro, pero después me acostumbré, Sue era una buena persona y sus hijos también, aunque Leah seguía sin hacerme mucha gracia. Le di dos toques a la puerta, nadie abrió así que volví a llamar, aunque esta vez al timbre. Esta vez sí abrieron la puerta, Seth, había crecido, ahora no parecía un niño, era más musculoso y le había cambiado la cara, era más adulto.
-¡Hola!
-Hola- dijo Edward con una sonrisa en su boca, sabía que yo no estaba de humor para tal recibimiento, seguía pensando en mi padre.
-¡Charlie, está aquí Bella!- grito Seth hacia el interior de la casa.
-¿Qué hace aquí Bella?- Dijo Leah.- ¿No hay otro momento para venir? Uno en donde yo no esté en casa.
-Hola, Leah.- le dije. Y después añadí irónicamente en un murmullo.- Que contenta estoy de verte.
Edward y Seth se rieron ante mis palabras.
-Hola cariño- dijo Charlie- ¿Qué hacéis aquí a estas horas?
-Hola, papá. Tenía que hablar contigo.
-¿Qué pasa? Pasa, siéntate.
Entramos hasta el salón, Seth estaba muy extrañado.
-¿Es algo malo?- Le preguntó a Edward.
-Depende.
Cuando nos sentamos me quedé en silencio, no sabía por dónde empezar. Eran tantas las cosas que quería decir y las ganas de salir corriendo de allí corriendo. No me sentía cómoda, no parecía que yo hubiera vivido en esa casa, ahora parecía otra, los muebles, los cuadros, hasta mi padre parecía diferente. Entonces me di cuenta de que Edward me estaba mirando, esperaba que yo empezase. Suspiré.
-Ya está la cena- dijo Sue desde la cocina.- Venid rápido o se os enfriará.
-Es mejor que nos vayamos a casa y hablemos mañana- dije.- No quiero molestar.
-No, quédate, ¿has cenado? Vale, soy tonto, vosotros nunca…
-No, no he cenado-le interrumpí- pero no tengo hambre.
-¿Tú quieres algo Edward?- Le preguntó Seth, aunque bien sabía que este le diría que no.
Él negó con la cabeza, ¿es qué no pensaba hablar?
-¿Pensáis venir?- dijo Leah desde la cocina con impaciencia.
-Vámonos.- le dije a Edward
-Bella, se que te duele, no tienes por qué hacerlo.
-Si tengo que hacerlo.
-No tenemos porque irnos, además Ness también quiere quedarse.
-Pero yo no quiero.
-¿Te vas?- dijo mi padre a mi espalda.- ¿Eso era lo qué querías decirme?
-Sí.- Ni siquiera me giré, mi cara no era demasiado buena estaba a punto de llorar y no quería que Charlie se diera cuenta.
-¿Por qué?
-Tenemos que hacerlo.
-Bella, soy agente de la policía, podría detener a Edward si te obliga a hacerlo, aunque sea tu marido.- Edward permaneció impasible.
-¿Cómo puedes pensar eso de él?- dije. Estaba llorando, ya no lo podía evitar.- Seth, dile adiós a Jake de mi parte, por favor.
-Claro, ¿adónde vais?
Miré a Edward, ahora le tocaba hablar a él. Me miró a los ojos, que ahora ya no podían contener las lágrimas, no sabía que le pasaba a mi cara pero la de Edward era de espanto. Se dio la vuelta pero no habló. Genial. Ni siquiera sabía la ciudad o pueblo en el que me tocaría vivir
-New Hampshire.
-A Nessie no le ha debido de hacer mucha gracia.
-No, no mucha.- contesté- En serio nos tenemos que ir, adiós.
-Por fin se van, aleluya.- le dijo Leah a su madre.
-Leah.- empecé- tú no sabes nada de mí, por lo tanto no sé por qué me odias tanto, yo no te he hecho nada, que yo sepa. Pero si te he hecho algo me gustaría pedirte perdón, espero que aceptes mis disculpas.
Ella no contestó así que cogí a Edward de la mano y salimos de la casa, entramos en el coche sin mediar palabra, mi padre y el resto nos estaban mirando por la ventana, a mi ya no me importaban las lágrimas, todo el maquillaje se me había corrido y seguramente tenía una cara horrible, de muerta, como un verdadero vampiro. Una vez dentro del coche me decidí a hablar.
-¿Cómo se lo ha tomado?
-Regular
-Tenía que hacerlo, no podíamos irnos sin avisarlo, habría sido más duro todavía.
- Puede que sí.
- Ojala nos fuésemos mañana en vez de pasado mañana.
-Podemos, si tú quieres.
-No, da igual, no puedo hacerle eso a Ness.
-¿Crees qué nos va a perdonar?- parecía preocupado.
-Eso espero.

martes, 4 de mayo de 2010

Capitulo 3

Esa noche dormimos allí, no soñé nada durante toda la noche, era como una pantalla negra que me impedía ver, pero sin embargo oía un murmullo aunque no conseguía distinguir ni de quien era la voz ni lo que decía. Cuando me desperté todas las sábanas estaban en el suelo y yo estaba sudando. Baje a la cocina, cuando entre todo el mundo se giró a mirarme, Edward se levanto y se acerco hasta donde yo estaba, y me besó.
-¿Qué pasa?
-¿Pero qué has soñado?- dijo Emmet
-Nada.
-¿Cómo que nada?- dijo Rosalie más rápido que nadie.
-Nada, toda la noche en negro.
-¿Entonces como has gritado tanto? Y encima no te despertabas.- Dijo Emmet
-¿Qué he dicho?
-Solo gritabas cosas como “no” o “dejadme”- respondió Edward.
-Deberías darte una ducha y desayunar algo, cariño- dijo Esme
-Sí, la verdad es que me vendría bien.
Después subí y me di una buena ducha, me vestí con lo primero que encontré- ya empezaría luego con el plan para que Alice me dejara en paz- y bajé a desayunar algo. En el tiempo que yo había tardado en ducharme y arreglarme habían bajado Alice, Jasper, Elissabeth y Ness.
En la mesa había de todo: huevos, tortillas, fruta… etc. Y todos estaban comiendo algo, menos Edward, supongo que porque él era todavía un vampiro.
-¡Buenos días Bella!- dijo Elissabeth
-Buenos días- le conteste aunque no con tanto entusiasmo.
-¿Has dormido bien?
-Regular en verdad.
-¿Y eso?- ¿Es qué le habían pedido que me interrogara?
-Por nada en especial, no he soñado nada.
-Como si se pudiese gritar tanto por nada.- Murmullo Emmet.
-¡Cállate! -le susurró Edward.- Por cierto Bella, y esto también va por ti Ness, ayer estuvimos hablando toda la familia mientras estabais fuera y creemos que llevamos demasiado tiempo aquí y que sería mejor que nos mudásemos, ya sabes, para que no sospechen.
-¡Yo no me voy!- dijo Ness a mi espalda.- No voy a dejar a Jacob.
-Cariño, es por nuestro bien, si no los humanos empezaran a sospechar, tú cambias pero nosotros no.-Dijo Edward, ella comenzó a llorar.
-Iros vosotros, yo me quedo.
Después se fue corriendo, seguramente a La Push a ver Jacob, y toda la casa se quedó en silencio.
-Bella, tú crees que debemos irnos- Preguntó Esme.
-Llevamos mucho tiempo aquí, vosotros más que yo, y ninguno de vosotros a cambiado. Me va a costar mucho decirle adiós a mi padre, a Jake y a los demás pero parece lo mejor, no quiero arriesgarme a tener que volver a ver a los Vulturis. Pero por otra parte no quiero hacerle daño a Renesmee, ni a Jacob, sería muy duro verla sufrir así, Esme tú me tienes que entender mejor que nadie, es como cuando os fuisteis, yo no vi a Edward pero si estaba como yo tuvo que ser muy duro para ti.
Edward cerró los ojos con fuerza, seguramente estaba recordando esa época en la que los dos estábamos separados, yo también la recordé, sentía un agujero en el pecho que no se cerraba, todo lo contrario, se hacía más grande y el dolor aumentaba por días, hasta que conocí a Jacob ese dolor era constante, pero cuando estaba con él parecía que disminuía, aunque siguiera ahí. No quería ver a Renesmee así, no podía permitirlo.
-Te entiendo perfectamente, espero no tener que volver a ver a ninguno de mis hijos así.
-Ese perro no va a vivir con nosotros- dijo Rose.
-No lo llames perro- le conteste.- Y no, no puede vivir con nosotros. Tiene que cuidar de Billy.
Después todo se quedó en silencio, no sé cuánto tiempo pasó, miles de imágenes pasaban por mi mente, las motos, Laurent y los lobos, el acantilado, Volterra y, cómo no, los Vulturis y Edward.
-Lo siento por haberme ido así.- dijo la voz de Ness a mi espalda.
-No pasa nada, cariño.
-¿Cuándo nos vamos?
-En cuánto estés preparada.
-Ya se lo he dicho a Jacob, iré pero, nos podrá visitar ¿verdad?
-Tanto como quieras.
-¿Yo voy a ir con vosotros? Ya os estoy causando demasiadas molestias, sería mejor que siguiera mi camino pero me gusta mucho estar con vosotros, sois mi familia.-Dijo Eli con preocupación
-Tú eres nuestra hermanita, pues claro que vienes, quieras o no.- Contestó Emmet.
-No sé si os habréis dado cuenta pero es la hora de cenar. Tengo hambre- dijo Ness.
-¿Tanto tiempo ha pasado?-Preguntó Jasper, aunque todos lo pensábamos.
-Sí. Y todavía no me habéis contestado, cuándo nos vamos.
-Yo ya he dimitido.- Carlisle acababa de llegar del hospital.-Si dentro de dos días estáis libres, perfecto.
-Vale.-Susurró Ness- Dos días. Ya no tengo hambre.
Y dicho esto subió las escaleras. Dos días. Tenía que ir a decírselo a mi padre, nos iba a costar a los dos, pero no podía irme sin más.
-Vamos a casa de Charlie.-le dije a Edward mientras le tiraba del brazo.
-Claro.

lunes, 3 de mayo de 2010

Capítulo 2

En unos minutos estuvimos en Seattle, durante todo el camino estuve preparándome para lo que podría pasar, es decir, Alice sería capaz de gastarse un par de millones sin darse ni cuenta. No tenía ni idea de por qué me apetecía comprar, cosa que no me había gustado nunca. Al mediodía habíamos recorrido, más o menos, unas cuarenta tiendas y según Alice esas no eran ni la mitad de las que íbamos a ver. Estábamos volviendo al coche a dejar las bolsas que llevábamos de las tiendas anteriores ya que era imposible seguir andando con ellas, creo que llevábamos más o menos unas doscientas prendas como mínimo y en el dinero no quería ni pensar.
-Alice,-dije intentando sonar suave- ya hemos comprado en tiendas como Prada, que te parece si ahora vamos a alguna otra a comprar simplemente unos vaqueros, por ejemplo para ir a cazar y Nessie la necesitará cuando vaya con Jake…
-Vale, pero después vamos a comprar ropa de beisbol para ti y para Ness ¿vale?
-Sí, por supuesto.
-¿Bella?- dijo una voz a mi espalda. Me giré instintivamente ya que no recordaba esa voz.
Eran Ángela, Ben, Jessica y Mike.
-¡Hola!- Dijo Alice.
-¡Hola Alice!- dijo Jessica aunque no parecía muy contenta.
-¿Quién es esa cría?- preguntó Mike
Renesmee me puso la mano en la mejilla y me dijo con su inusual poder “¿Cría? Creo que soy más lista que él”
Me reí por lo bajo y le asentí con la cabeza.
-Es la sobrina de Edward, sus padres murieron y él era su única familia así que nos la quedamos.-le conteste yo.
-Ah- dijo Ben
-¿No sois un poco jóvenes para ser padres?- preguntó Jessica.
-¿Tú la habrías dejado sola?
-Edward es adoptado, dudo que la hubiese dejado en un orfanato.- dijo Ángela en mi defensa.
-Sí, y además es una monada- continuó Ben.
-¿Perdón?- dijo Ángela. No le debía haber hecho mucha gracia ese comentario puesto que ella era su novia
Renesmee parecía encantada de tener tanta atención, o por lo menos de Ángela y Ben, porque las miradas de Mike y Jessica no eran precisamente amables.
-¿Cómo se llama?
-Me llamó Renesmee, pero todos me dicen Ness o Nessie.- contestó ella, hablando por primera vez
-¿Cuántos años tienes?
-Quince
Entonces sonó el móvil de Mike y después de hablar dijo.
-Nos tenemos que ir, adiós Bella.
-Adiós.
El resto de la tarde la pasamos comprando ropa de beisbol y demás cosas. Cuando llegamos a casa todo el mundo estaba allí.
-¡Hola!- dijo Elisabeth justo antes de darme un abrazo que me cogió por sorpresa, no recordaba lo efusiva que era, muy parecida a Alice.- ¿Os lo habéis pasado bien?
-Sí, Ness, Bella y yo deberíamos ir a hacer unos cuantos conjuntos, y también hemos comprado ropa para ti. ¿Nos acompañas?- contestó Alice por mí. Ir a probarme ropa ya no entraba en mi plan.
-Sálvame- le dije a Edward solo articulando las palabras, sin emitir ningún sonido.
-Lo siento, no puedo.- dijo con su típica sonrisa torcida
Pasamos el resto de la tarde y parte de la noche probándonos ropa, recordaba cuando pensaba en doscientas prendas y me horrorizaba, ahora se habían multiplicado y eran cuatrocientas, mi infierno personal.

domingo, 2 de mayo de 2010

Capitulo.1.

Me desperté de repente, no sabía dónde estaba ni como había llegado hasta allí, aunque quizás eso debía a que estaba todavía un poco dormida. Edward se encontraba a mi lado mirándome fijamente, en ese momento comprendí que estaba en mi casa y que seguramente lo único que pasó ayer por la noche es que al no estar acostumbrada a dormir no sabía hasta donde llegaba mi energía. Me encantaba el poder de Elisabeth, poder volver a actuar un poco como los humanos me fascinaba, no podíamos crecer claro, pero poder comer, dormir y hacer ese tipos de cosas siendo un vampiro era maravilloso.

-¿No vas empezar a gritar otra vez? ¿Ya estás despierta?

-¿He gritado esta noche? Y sí, estoy despierta.

-Has gritado mucho, ¿con que estabas soñando?

-No me acuerdo.

-¿Qué tal te has sentido volviendo a dormir?

-Muy bien ¿y tú?

-Yo no he dormido.

-¿Y eso?

-Antes de irnos le pedí a Eli que me devolviera a mi estado normal, ya sabes lo mucho que me gusta verte dormir, aunque esta noche me he asustado un poco.

-¿Tan malo ha sido?

Asintió con la cabeza a modo de respuesta, me sumergí en sus ojos pero era muy incomodo mirarlo con ojos humanos. En ese momento mi estómago rugió. Él sonrió y me preguntó:

-¿Qué quieres desayunar?

-Lo que sea, sorpréndeme.Acto seguido me arrepentí de mis palabras, ya que sabía que iba a hacer comida para diez personas, así que añadí rápidamente-Me conformo con unos huevos.

Se fue a la cocina y me dejó sola en la habitación, desde allí escuchaba el sonido de la sartén y demás utensilios de cocina. Mientras que Edward hacía el desayuno yo fui a cambiarme, me aburría así que intenté conjuntar un poco la ropa, aunque solo fuera para darle una alegría a Alice, me puse unos vaqueros azules, una camisa blanca, acompañada con un chaleco gris y una chaqueta del mismo tono, y unas botas negras con un tacón de vértigo del que seguramente no sobreviviría. Después me fui a la cocina en donde olía deliciosamente. Edward me miro de arriba a abajo un par de veces y después preguntó:

-¿Y esa obsesión tan repentina por la moda?

-Ni idea.

Empecé a comer con bastantes ganas los huevos que me había preparado mientras él me miraba. Cuando terminé me cogió el plato pero lo detuve.

-Lo haré yo.

-No hace falta.

-Pero yo quiero hacerlo, y tú mientras te vistes. ¿Vale?

-Bueno vale.-dijo justo antes de irse.

Me sentía bien haciendo las tareas que hacía antes. Me recordaba a cuando las hacía en casa de Charlie, antes de que llegara Edward, de lo nerviosa que me ponía y... en ese momento la voz de Ness me despertó de mi ensoñación, ella aparentaba unos quince años y era igual de inteligente que una chica de dieciocho, ahora salía con Jacob, cosa que a Edward y a mí nos costó un poco asimilar al principio, pero después nos acostumbramos, más o menos.

-Mamá tengo hambre-ya que a ella también la habían “convertido” en humana.

-¿Qué quieres comer?

-No sé, con el hambre que tengo que comería un oso como los que se come Emmet.

Me reí ante tal comparación ya que creía imposible que un oso pudiera estar dentro del cuerpo de mi hija.

-¿Una tortilla?

-Vale, ¿qué vamos a hacer hoy?

-Pues creo que vamos a ir a comprar ropa, a mi no me vendría mal cambiar el vestuario y a ti tu ropa te queda pequeña- eso seguro que le encantaba a Alice, una salida de compras me darían un par de semanas sin que ella protestara por mi ropa.

¿Dónde se había metido Edward? Si era verdad que a él no lo habían convertido debía de haber terminado de vestirse hace tiempo.

-Mamá, se te va a quemar la tortilla.
La saqué de la sartén y se la serví. Después me fui al cuarto a comprobar que estaba haciendo Edward. Estaba sentado en la cama de espaldas a la puerta, ya vestido, mirando al vacío. Me senté a su lado y le abracé, aunque no conseguí que me mirara.

-¿Qué pasa?

-Nada- dijo instantáneamente sin pensar la respuesta.

-Si tú lo dices- dije sin darle importancia, aunque en verdad me moría por saber en que estaba pensando.- ¿Qué vas a hacer hoy? Nosotras vamos a ir de compras con Alice.

-Supongo que iré a cazar con Jasper o Emmet, hace ya una semana que no voy, vosotras deberíais daros prisa o si no Alice se irá con Esme a dar un paseo.

-Vale

-¡Ya he terminado!- dijo Ness desde la cocina

-¡Ya voy!- le conteste yo.

Fuimos los dos a la cocina pero esta vez le dejé que lavara él el plato y la sartén, mientras él hacía eso yo acompañé a Renesmee para que se vistiera, eligió unos simples vaqueros azules con una camisa a cuadros verde botella y negros, con unas botas negras.

-¿Edward vienes con nosotras?

-Sí, un segundo.

Después escuche un murmullo, estaba hablando por teléfono, aunque no llegaba a distinguir que decía, en parte por mis antiguos-o nuevos- oídos y en parte porque hablaba a una velocidad muy poco humana.



Holaaa, ¿qué les ha parecido el primer capítulo? Espero que les haya gustado, soy nueva en esto de escribir, pero desde pequeñita me ha encantado, por favor, comenten diciendome su opinion ¡GRACIAS!